Plan

Lectura de Hoy

08-10-2023

Devocional

Devocional: Ezequiel 41

Aunque Ezequiel 41 (o, mejor dicho, 40:48—41:26) está dedicado a la descripción del templo dentro de la gran visión de los capítulos 40— 48, hoy centraremos la atención en cómo debería interpretarse el mismo, de hecho, los nueve completos. Examinaremos dos de las opciones más importantes aquí y las otras dos, mañana.

(1) Algunos sostienen que se trata de la visión de Ezequiel de lo que debería edificarse una vez finalizase el exilio y el pueblo volviese a su tierra. En tal caso, el capítulo 41 suministra instrucciones para dicha construcción. El punto fuerte de esta opinión es que sigue a los muchos pasajes del libro que dicen que el exilio acabará. Sin embargo, debemos indicar que el capítulo se queda corto a la hora de especificar cómo debía ser la obra (es mucho menos detallado, por ejemplo, que los pasajes relativos a la construcción del tabernáculo o del templo salomónico). Además, Ezequiel 41 debe leerse en el marco de los capítulos 40—48 y, como veremos, existen numerosos rasgos que no deben entenderse de forma literal. Ciertamente, no existen evidencias de que los edificadores del segundo templo creyesen estar obligados a seguir las pautas de Ezequiel.

(2) Una forma de dispensacionalismo de mediados del siglo XX defendía un literalismo parecido, pero sostenía que la construcción del templo, la vuelta de los sacrificios de sangre y del sacerdocio levítico y sadoquita tendrán lugar en el milenio. Los sacrificios se fijarían en el de Cristo del mismo modo que los del Antiguo Testamento apuntaban al mismo. No obstante, es muy difícil encajar este punto de vista con le teología de Hebreos. Además, algunas pistas nos indican que estos capítulos no deben interpretarse literalmente. Cualquier persona que ha visto el terreno sería consciente de que la división de la tierra es inviable (caps. 47—48). La fuente y el curso del rio imposibles (47:1-12) debilitan la credibilidad y, en cualquier caso, tanto el templo como el río de la vida se interpretan de formas muy diferentes en Apocalipsis, el último libro de la Biblia. Incluso con la mejor voluntad del mundo, es difícil ver cómo podría ser restaurada la pureza tribal de las líneas levítica y sadoquita. Se han perdido muchos archivos y documentos, por lo que nadie podría demostrar su descendencia de Aarón. Presumiblemente, un dispensacionalista argumentaría que Dios podría revelar la información necesaria. Sin embargo, las tribus se han mezclado tanto a lo largo de los siglos que no pueden diferenciarse. El problema no es la información, sino la mezcla de los linajes. Así pues, esta interpretación es incluso menos creíble que la anterior, precisamente porque habla de algo que ocurrirá en el fin de los tiempos, cuando las líneas tribales no podrán diferenciarse.

¿Cómo, pues, interpretaremos estos capítulos?


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Publicaciones Andamio, 2016. Usado con permiso.

EZEQUIEL 41

En pocas ocasiones encontramos la potencia que tiene la palabra pero en 1 Reyes 11:1: “Pero el Rey Salomón amó… a muchas mujeres extranjeras”. En aquellos días, el tamaño del harén del rey se consideraba un reflejo de su riqueza y poder. Salomón se casó con princesas de todas partes y, en particular, el escritor nos explica con dolor que “procedían de naciones de las cuales el Señor había dicho a los israelitas: «No os unáis a ellas, ni ellas a vosotros, porque de seguro que os desviarán el corazón para que sigáis a otros dioses»” (11:2).

Esto es justamente lo que sucedió, sobre todo cuando Salomón envejeció (11:3-4). No se opuso a la adoración de dioses ajenos. Para complacer a sus esposas, erigió lugares altos, altares y templos para sus deidades. Sin duda, muchos israelitas comenzaron a participar de esta adoración pagana. Como mínimo, a muchos se les debió adormecer su sentido de indignación, ya que Salomón tenía fama de ser un rey sabio, emprendedor y victorioso. Su idolatría pagana se extendió a los dioses detestables a quienes se les ofrecía niños como sacrificio. “Así que Salomón hizo lo que ofende al Señor y no permaneció fiel a él como su padre David” (11:6). Por supuesto que David también falló en ocasiones. No obstante, cuando sufría un desliz en su vida de principios dedicada a Dios, se arrepentía y regresaba al Señor; no vivió en una corriente de descuido religioso progresivo como su hijo y heredero al trono.

Se emitió la sentencia (11:9-13): después de su muerte, el reino de Salomón se dividirá y diez de las tribus se retirarán, dejando sólo dos para la dinastía davídica, y aun este mísero remanente se concede sólo por amor a David. Si Salomón hubiera sido otra clase de hombre, se hubiera arrepentido, buscado el favor del Señor, destruido todos los lugares altos y promovido la fidelidad al pacto. Pero la triste realidad es que Salomón prefirió a sus mujeres y las opiniones de estas antes que al Señor del pacto y la opinión de este. Durante los últimos años de su reino, Salomón recibió bastantes señales de que el favor protector de Dios se estaba retirando (11:14-40). No hay nada más triste que el esfuerzo inútil de Salomón por matar a Jeroboam, evento que nos recuerda el intento de Saúl de matar a David. Pero no vemos movimiento ni arrepentimiento, no hay hambre de Dios.

Aquí tenemos muchas lecciones. Ten cuidado con lo que amas y a quiénes amas. Los buenos comienzos no garantizan finales felices. Atiende a las advertencias de Dios mientras todavía hay tiempo; si no, te endurecerás tanto que ni las más serias amenazas te moverán. La dinastía más bendecida, protegida y dotada, elegida de entre el pueblo escogido de Dios, anuncia su fin: quedará deshecha. ¡Cuánto necesitamos a un Salvador, un rey celestial!

Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Publicaciones Andamio, 2016. Usado con permiso.

1 Reyes 11

Apostasía y dificultades de Salomón

11 Pero el rey Salomón, además de la hija de Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas, de las naciones acerca de las cuales el SEÑOR había dicho a los israelitas: «No se unirán a ellas, ni ellas se unirán a ustedes, porque ciertamente desviarán su corazón tras sus dioses». Pero Salomón se apegó a ellas con amor. Y tuvo 700 mujeres que eran princesas y 300 concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón. Porque cuando Salomón ya era viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por completo al SEÑOR su Dios, como había estado el corazón de David su padre. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. Salomón hizo lo malo a los ojos del SEÑOR, y no siguió plenamente al SEÑOR, como lo había seguido su padre David. Entonces Salomón edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está frente a Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los amonitas. Así hizo también para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.

Entonces el SEÑOR se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado del SEÑOR, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, 10 y le había ordenado en cuanto a esto que no siguiera a otros dioses, pero él no guardó lo que el SEÑOR le había ordenado. 11 Y el SEÑOR dijo a Salomón: «Porque has hecho esto, y no has guardado Mi pacto y Mis estatutos que te he ordenado, ciertamente arrancaré el reino de ti, y lo daré a tu siervo. 12 Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a tu padre David, sino que lo arrancaré de la mano de tu hijo. 13 Tampoco arrancaré todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo por amor a Mi siervo David y por amor a Jerusalén la cual he escogido».

14 Entonces el SEÑOR levantó un adversario a Salomón, Hadad el edomita; este era de linaje real en Edom. 15 Sucedió que cuando David estaba en Edom, Joab, el jefe del ejército, subió a enterrar a los muertos y mató a todos los varones de Edom 16 (pues Joab y todo Israel permanecieron allí seis meses hasta que dieron muerte a todos los varones en Edom), 17 pero Hadad huyó a Egipto, él y algunos edomitas de los siervos de su padre con él, siendo Hadad aún un muchacho. 18 Salieron de Madián y fueron a Parán. Tomaron consigo hombres de Parán y fueron a Egipto, a Faraón, rey de Egipto, quien le dio a Hadad una casa, le asignó alimentos y le dio tierra. 19 Hadad halló gran favor ante los ojos de Faraón, y este le dio por mujer a la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes. 20 La hermana de Tahpenes dio a luz a su hijo Genubat, a quien Tahpenes destetó en casa de Faraón; y Genubat permaneció en casa de Faraón entre los hijos de Faraón. 21 Pero cuando Hadad oyó en Egipto que David había dormido con sus padres, y que Joab, jefe del ejército, había muerto, Hadad dijo a Faraón: «Despídame para que vaya a mi tierra». 22 Entonces Faraón le dijo: «¿Qué te ha faltado junto a mí, que ahora procuras irte a tu tierra?». Y él respondió: «Nada; sin embargo, debe dejarme ir».

23 Dios también le levantó otro adversario a Salomón, a Rezón, hijo de Eliada, el cual había huido de su señor Hadad Ezer, rey de Soba; 24 y había reunido consigo hombres y se había hecho jefe de una banda de merodeadores, después que David mató a los de Soba; y fueron a Damasco y permanecieron allí, y reinaron en Damasco. 25 Rezón fue adversario de Israel durante todos los días de Salomón, además de la maldad hecha por Hadad; y aborreció a Israel y reinó sobre Aram.

26 Entonces Jeroboam, hijo de Nabat, un efrateo de Sereda, cuya madre, una mujer viuda, se llamaba Zerúa, era siervo de Salomón y se rebeló contra el rey. 27 Y esta fue la causa por la cual se rebeló contra el rey: Salomón había edificado el Milo y cerrado la brecha de la ciudad de su padre David. 28 Este Jeroboam era guerrero valiente, y cuando Salomón vio que el joven era industrioso, lo puso al frente de todo el trabajo forzado de la casa de José.

29 Y en aquel tiempo, cuando Jeroboam salía de Jerusalén, el profeta Ahías el silonita lo encontró en el camino. Ahías se había puesto un manto nuevo y los dos estaban solos en el campo. 30 Entonces Ahías tomó el manto nuevo que llevaba sobre sí, lo rasgó en doce pedazos, 31 y le dijo a Jeroboam: «Toma para ti diez pedazos; porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: “Voy a arrancar el reino de la mano de Salomón y a ti te daré diez tribus 32 (pero él tendrá una tribu, por amor a Mi siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel), 33 porque me han abandonado, y han adorado a Astoret, diosa de los sidonios, a Quemos, dios de los moabitas, y a Milcom, dios de los amonitas, y no han andado en Mis caminos, para hacer lo recto delante de Mis ojos y guardar Mis estatutos y Mis ordenanzas, como lo hizo su padre David.

34 ”Sin embargo, no quitaré todo el reino de su mano, sino que lo haré príncipe todos los días de su vida, por amor a Mi siervo David a quien escogí, el cual guardó Mis mandamientos y Mis estatutos; 35 pero quitaré el reino de mano de su hijo y te lo daré a ti, es decir, las diez tribus. 36 Y a su hijo le daré una tribu, para que Mi siervo David tenga siempre una lámpara delante de Mí en Jerusalén, la ciudad que Yo he escogido para poner allí Mi nombre. 37 Y a ti te tomaré, y reinarás sobre todo lo que desees, y serás rey sobre Israel. 38 Y sucederá, que si escuchas todo lo que te ordeno y andas en Mis caminos, y haces lo recto delante de Mis ojos, guardando Mis estatutos y Mis mandamientos, como lo hizo David Mi siervo, entonces estaré contigo y te edificaré una casa perdurable como la que edifiqué a David, y Yo te entregaré Israel, 39 y afligiré la descendencia de David por esto, pero no para siempre”». 40 Salomón procuró dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac, rey de Egipto, y estuvo allí hasta la muerte de Salomón.

Muerte de Salomón

41 Los demás hechos de Salomón, todo lo que hizo y su sabiduría, ¿no están escritos en el libro de los hechos de Salomón? 42 El tiempo que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel fue de cuarenta años. 43 Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y su hijo Roboam reinó en su lugar.

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Filipenses 2

Humillación y exaltación de Cristo

2 Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión, hagan completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito.

No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.

Haya, pues, en ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Exhortación a la obediencia

12 Así que, amados míos, tal como siempre han obedecido, no solo en mi presencia, sino ahora mucho más en mi ausencia, ocúpense en su salvación con temor y temblor. 13 Porque Dios es quien obra en ustedes tanto el querer como el hacer, para Su buena intención.

14 Hagan todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones, 15 para que sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual ustedes resplandecen como luminares en el mundo, 16 sosteniendo firmemente la palabra de vida, a fin de que yo tenga motivo para gloriarme en el día de Cristo, ya que no habré corrido en vano ni habré trabajado en vano.

17 Pero aunque yo sea derramado como libación sobre el sacrificio y servicio de su fe, me regocijo y comparto mi gozo con todos ustedes. 18 Y también ustedes, les ruego, regocíjense de la misma manera, y compartan su gozo conmigo.

Timoteo y Epafrodito, soldados fieles

19 Pero espero en el Señor Jesús enviarles pronto a Timoteo, a fin de que yo también sea alentado al saber de la condición de ustedes. 20 Pues a nadie más tengo del mismo sentir y que esté sinceramente interesado en el bienestar de ustedes. 21 Porque todos buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús. 22 Pero ustedes conocen los probados méritos de Timoteo, que sirvió conmigo en la propagación del evangelio como un hijo sirve a su padre.

23 Por tanto, a este espero enviárselo inmediatamente tan pronto vea cómo van las cosas conmigo; 24 y confío en el Señor que también yo mismo iré pronto. 25 Pero creí necesario enviarles a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de lucha, quien también es su mensajero y servidor para mis necesidades. 26 Porque él los extrañaba a todos, y estaba angustiado porque ustedes habían oído que se había enfermado. 27 Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir. Pero Dios tuvo misericordia de él, y no solo de él, sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza.

28 Así que lo he enviado con mayor solicitud, para que al verlo de nuevo, se regocijen y yo esté más tranquilo en cuanto a ustedes29 Recíbanlo, pues, en el Señor con todo gozo, y tengan en alta estima a los que son como él. 30 Porque estuvo al borde de la muerte por la obra de Cristo, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en el servicio de ustedes hacia mí.

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Ezequiel 41

El interior del templo

41 Entonces el hombre me llevó a la nave y midió los pilares; 6 codos (3.2 metros) de ancho por un lado y 6 codos de ancho por el otro era la anchura de cada pilar. Y la anchura de la entrada era de 10 codos (5.25 metros), y los lados de la entrada eran de 5 codos (2.63 metros) por un lado y 5 codos por el otro. Midió la longitud de la nave y tenía 40 codos (21 metros), y la anchura, 20 codos (10.5 metros). Luego entró al interior y midió cada pilar de la entrada, y tenían 2 codos (1.05 metros), la entrada tenía 6 codos (3.2 metros) de altura, y la anchura de la entrada, 7 codos (3.68 metros). Midió su longitud y tenía 20 codos (10.5 metros), y la anchura, 20 codos delante de la nave. Entonces me dijo: «Este es el lugar santísimo».

Después midió la anchura del muro del templo y tenía 6 codos (3.2 metros), y la anchura de las cámaras laterales, 4 codos (2.1 metros) por todos los lados alrededor del templo. Las cámaras laterales estaban superpuestas en tres pisos, treinta en cada piso; y las cámaras laterales se extendían hasta el muro que estaba en su lado interior, todo alrededor, para que fueran aseguradas sin que fueran aseguradas al muro del templo. Las cámaras laterales alrededor del templo se ensanchaban en cada piso sucesivo. Debido a que la estructura alrededor del templo se ensanchaba por etapas por todos los lados del templo, la anchura del templo aumentaba según se subía. Así se podía subir del piso inferior al más alto por el piso intermedio.

También vi que el templo tenía todo alrededor una plataforma elevada; los cimientos de las cámaras laterales tenían de alto una caña entera de 6 codos (3.2 metros) largos. La anchura del muro exterior de las cámaras laterales era de 5 codos (2.63 metros). Pero el espacio libre entre las cámaras laterales que pertenecían al templo 10 y las cámaras exteriores era de 20 codos (10.5 metros) de anchura por todos los lados alrededor del templo. 11 Las entradas de las cámaras laterales que daban hacia el espacio libre consistían en una entrada hacia el norte y otra entrada hacia el sur; y la anchura del espacio libre era de 5 codos (2.63 metros), todo alrededor.

12 El edificio que estaba enfrente de la zona separada, hacia el lado occidental, tenía 70 codos (36.75 metros) de ancho; y el muro del edificio tenía 5 codos (2.63 metros) de ancho, todo alrededor, y su longitud era de 90 codos (47.25 metros). 13 El hombre midió el templo y tenía 100 codos (52.5 metros) de largo; la zona separada con el edificio y sus muros tenían también 100 codos de largo. 14 La anchura del frente del templo y la de las zonas separadas a lo largo del lado oriental también sumaban 100 codos (52.5 metros).

15 Midió la longitud del edificio a lo largo del frente de la zona separada que había detrás de él, con una galería a cada lado, y era de 100 codos (52.5 metros); también midió la nave interior y los pórticos del atrio. 16 Los umbrales, las ventanas con celosías y las galerías alrededor de sus tres pisos, frente al umbral, estaban recubiertos de madera todo alrededor, desde el suelo hasta las ventanas (pero las ventanas estaban cubiertas con celosías), 17 sobre la entrada, hasta el santuario interior y el exterior, y alrededor de todo el muro, por dentro y por fuera, según sus medidas. 18 había esculpidos querubines y palmeras; una palmera entre querubín y querubín, y cada querubín tenía dos caras: 19 cara de hombre hacia la palmera por un lado y cara de leoncillo hacia la palmera por el otro lado; estaban esculpidos alrededor de todo el templo. 20 Desde el suelo hasta encima de la entrada había esculpidos querubines y palmeras, así como en la pared de la nave.

21 Los postes de la nave eran cuadrados, también los del frente del santuario; el aspecto de uno era como el aspecto del otro. 22 El altar era de madera de 3 codos (1.58 metros) de alto, y su longitud de 2 codos (1.05 metros); sus esquinas, su base y sus lados eran de madera. Y él me dijo: «Esta es la mesa que está delante del SEÑOR». 23 La nave y el santuario tenían puertas dobles. 24 Las puertas tenían dos hojas, dos hojas giratorias; dos hojas una puerta y dos la otra. 25 También estaban esculpidos en ellas, en las puertas de la nave, querubines y palmeras como los esculpidos en las paredes; y había un portal de madera en la fachada del vestíbulo por el exterior. 26 había ventanas con celosías y palmeras a uno y otro lado, a los dos lados del vestíbulo; así eran las cámaras laterales del templo y los umbrales.


Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Salmos 92–93

Alabanza por la bondad del SEÑOR

Salmo. Cántico para el día de reposo.

92 Bueno es dar gracias al SEÑOR, Y cantar alabanzas a Tu nombre, oh Altísimo; Anunciar por la mañana Tu bondad, Y Tu fidelidad por las noches, Con laúd de diez cuerdas y con el arpa, Con la música sonora de la lira. Porque Tú, oh SEÑOR, me has alegrado con Tus obras, Cantaré con gozo ante las obras de Tus manos.

¡Qué grandes son Tus obras, oh SEÑOR, Cuán profundos Tus pensamientos! El hombre torpe no tiene conocimiento, Y el necio no entiende esto: Que cuando los impíos brotaron como la hierba, Y florecieron todos los que hacían iniquidad, Solo fue para ser destruidos para siempre. Pero Tú, oh SEÑOR, excelso eres eternamente. Porque Tus enemigos, SEÑOR, Porque Tus enemigos perecerán; Serán esparcidos todos los que hacen iniquidad.

10 Pero Tú has exaltado mi poder como el del búfalo; He sido ungido con aceite fresco. 11 Mis ojos satisfechos han mirado a los que me acechaban, Y oyen mis oídos de los malhechores que se levantan contra mí. 12 El justo florecerá como la palma, Crecerá como cedro en el Líbano. 13 Plantados en la casa del SEÑOR, Florecerán en los atrios de nuestro Dios. 14 Aun en la vejez darán fruto; Estarán vigorosos y muy verdes, 15 Para anunciar cuán recto es el SEÑOR; Él es mi Roca, y que en Él no hay injusticia.

La majestad del SEÑOR

93 El SEÑOR reina, vestido está de majestad; El SEÑOR se ha vestido y ceñido de poder; Ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible. Desde la antigüedad está establecido Tu trono; Tú eres desde la eternidad.

Los torrentes han alzado, oh SEÑOR, Los torrentes han alzado su voz; Los torrentes alzan sus batientes olas. Más que el fragor de muchas aguas, Más que las poderosas olas del mar, Es poderoso el SEÑOR en las alturas. Tus testimonios son muy fidedignos; La santidad conviene a Tu casa, Eternamente, oh SEÑOR.

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Acerca del Autor

0.00 avg. rating (0% score) - 0 votes
Mostrar Más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Verifique también
Close
Back to top button
18405